Mini lemon pies o cómo hacer mini pastelitos de limón y merengue

Mini lemon pies

Las mini tartaletas ya hechas las encontráis en cualquier supermercado y dan estupendamente el pego. Y ahorras tiempo. Mucho tiempo. Muuuucho tiempo. ¿Os he dicho que ahorráis tiempo? No merece la pena hacerlas en casa. 

Si aún así sois fanáticos del DIY y queréis hacer la base casera para estas minis lemon pie, yo he probado alguna vez con esta receta de masa quebrada, cortando porciones redondas con un vaso y metiéndolas en un molde de muffins metálico. Pero si las compráis, ahorráis mucho tiempo. Empiezo a repetirme así que mejor nos ponemos a ello.

Para la crema de limón o lemon curd en inglés, he usado esta receta de lemon curd que publiqué hace mil años y para el merengue he utilizado merengue suizo, que me sale de muerte y aunque mi madre y yo no nos ponemos de acuerdo, creo que es más fácil que el merengue italiano. Y si queréis saber qué es el merengue suizo, tendréis que leeros la receta. Os morís de curiosidad, picarones.

Ingredientes para 24 mini lemon pies o pastelitos de limón y merengue

- 24 bases de tartaletas (en supermercados)

- Lemon Curd

- Merengue suizo

¿Cómo hacer lemon curd?

- 2 huevos

- 100 gr de azúcar

- Dos limones

- 50 gr de mantequilla

Rallamos la piel del limón y reservamos. Exprimimos los limones y ponemos el zumo en un bol, con los dos huevos y el azúcar. Batimos, batimos y batimos hasta que sea una mezcla homogénea. Cocemos la mezcla al baño maría sin dejar de remover con una espátula. Al principio no pasará nada pero después de unos minutos, la mezcla comenzará a espesar. Lo que buscamos es una crema pastelera de un intenso color amarillo. Y recordad, hay que estar todo el rato dando vueltas.  Cuando esté lista, unos diez minutos después más o menos, colamos la mezcla para eliminar posibles grumos, añadimos la ralladura de limón y la mantequilla y damos unas vueltas hasta que esté la mantequilla derretida e integrada con la mezcla. Y listo. Ya habéis hecho lemon curd. 

Ahora, nos ponemos con el merengue. 

¿Cómo hacer merengue suizo?

Ingredientes.

- 2 claras de huevo

- Una pizca de sal

- 150 gr de azúcar

En un bol batimos con una batidora de varillas las claras con una pizca de sal. Cuando haya espumado un poco, lo ponemos al baño maría y sin dejar de batir, añadimos el azúcar en tres veces. Seguimos batiendo, y batiendo, y batiendo. El merengue va cogiendo consistencia y cuerpo. Es difícil calcular el tiempo que tardaremos porque es una cuestión de textura. El merengue debe quedar muy duro, brillante y aguantar bien el pico. Lo sabremos si al levantar la batidora despacio el pico que se forma aguanta tieso. Hay que ver lo mal que me explico para ganarme la vida escribiendo. 

Y ya solo queda montar los pastelitos. Rellenamos las tartaletas de lemon curd hasta el borde y decoramos con el merengue. Yo utilicé manga pastelera y una boquilla de estrella grande. 

Receta de curry de pollo con leche de coco. Cómo hacer curry de pollo

¿Tiene buena pinta eh? Es curry de pollo con leche de coco. Una receta de inspiración tailandesa que llevo unos meses preparando y que he ido modificando y adaptando a mi cocina. Es una pasada de plato si os gustan los sabores exóticos, fuertes y especiados aunque es un curry que entraría en la categoría de suaves gracias a la cremosa salsa de leche de coco. A mi maridito que no es muy exótico en sus gustos culinarios le encanta así que atreveos a hacerla aunque sea para ese amiguito raro que todos tenemos y que solo come patatas fritas y pasta.

Por cierto, vaya descubrimiento la leche de coco. Últimamente la utilizo un montón en cremas de verduras, platos de carne como este e incluso en recetas de postres. Tengo en la recámara una receta dulce muy fácil que os va a encantar peeero tendréis que esperar. 

Cómo veréis, la lista de ingredientes en esta receta de curry es muy larga, sobre todo en la sección de especias. No asustarse. Son muchas sí, pero en muy pequeña cantidad. Como tengo síndrome de diógenes culinario y acumulo ingredientes como si no hubiera mañana, las tengo siempre en mi despensa pero entiendo que no todo el mundo tiene cardamomo o cúrcuma a mano. Por eso os recomiendo acercaos a esa tiendecita que hay en tu ciudad de toda la vida y que vende especias a granel para comprar todas las que vienen en esta receta. Las guardas en botecitos monos y te van a durar millones de años en buenas condiciones. 

Yo lo compro en una tiendecita logroñesa que se llama La Casa del Pimentón y que es un auténtico vicio. Podrías pedirle polvo de cola de dragón bangladesí y lo tendría. El chico que la regenta es un apasionado de su trabajo y eso se nota. Tiene de todo con una calidad increíble y siempre está dispuesto a darte algún consejo sobre su conservación y su uso. 

Dicho lo cual, os dejo esta receta de curry de pollo con leche de coco y la videoreceta que he grabado. Es la primera videoreceta a la que le pongo voz y me da un poco de vergüenza así que, please please please, no seáis muy crueles en vuestras críticas. ¡Ah! Y no os olvidéis de seguirnos en Facebook!

Ensalada de espinacas, fresas y aguacate con almendras y vinagreta de queso cremoso

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Estamos a punto de saltar al coche para irnos de pinchos por Pamplona así que os cuento rápidamente la ensaladita que traigo hoy para desengrasar un poco después de estos días de dulces y comidas familiares. Yo era de esas personas que pensaban que en una ensalada valía todo hasta que en el último curso de universidad una de nuestras compañeras de piso nos deleitó con una ensalada de lechuga iceberg, salchichas cutres troceadas (¡¡¡y crudas!!!) y membrillo. Y ahí se me abrieron los ojos y comprendí que todo en esta vida tiene límites y en la cocina más. 

Creo que para que una ensalada funcione debe buscar combinar a la perfección sabores, texturas y colores. Quizás los expertos digan otra cosa pero si consigues cumplir con estas tres combinaciones tendrás una ensalada agradable al paladar y a la vista, cuestión importante porque por los ojos también se come y porque así de primeras, en el día a día, pocas veces el cuerpo te pide comer verde a  no ser que hayas estado quince días de vacaciones y estés hasta el moño del buffet libre del hotel. Entonces sí, entonces estás deseando llegar a casa y comer tomate a palo seco durante una semana para purificar tu cuerpo y tu alma de tanto frito refrito  (este testimonio está basado en una experiencia real). Me pierdo. ¿Por dónde iba? Las ensaladas. Nadie quiere comer día sí y día no una ensalada triste, aburrida y fea. Debe ser algo que llame la atención y a la que den ganas de hincarle el diente desde el minuto cero. 

La ensalada de espinacas frescas, fresas y aguacate que os propongo hoy me gusta porque cumple con esos tres requisitos. Tiene sabor, color y textura. La suavidad del aguacate, por ejemplo, complementa el aporte crujiente de las almendras y el puntito ácido y terso de las fresas, que contrastan en color con el verde verde verde de las espinacas. Y además, creedme, está muy muy buena.

Las cantidades de esta receta son totalmente orientativas porque no tiene misterio alguno y podéis modificarlas a vuestro gusto. Si os gustan más las fresas, poned más fresas. Si os encanta el aguacate, pues a por él. Es una ensalada, no es química. Podéis modificar cantidades como queráis. En cualquier caso, creo que puede ser una buena idea cambiar las almendras por pistachos pero como yo les tengo una alergia que me muero, mejor me quedo con las almendras.

Por último os cuento que la sirvo con un aliño de queso cremoso tipo Philadelphia porque a las espinacas le van los quesos muy bien pero también está muy rica con aceite de oliva y vinagre de Módena. 

Ensalada de espinacas frescas, fresas y aguacate con vinagreta de queso y almendras: 

Ingredientes para cuatro personas

- 1 bolsa de espinacas frescas

- 200 gr de fresas

- 2 aguacates maduros

- 1 puñadito de almedras tostadas o pistachos

- Queso cremoso para untar tipo Philadelphia

- Aceite, sal y vinagre (ideales de manzana o de Módena)

Lavar las espinacas y las fresas. Escurrir bien y disponer en un bol grande. Trocear las fresas y añadir. Pelar y trocear los aguacates y añadir. Picar las almendras (o no) y añadir. 

En un bol aparte, ponemos 2 partes de aceite, por media de vinagre, sal y una cucharada de queso cremoso. Mezclamos y ligamos los ingredientes. Si la vinagreta al emulsionar nos queda demasiado espesa, podemos añadir una cucharadita de agua. Aliñamos la ensalada y listo. 

Más recetas de ensaladas o más recetas con fresas.