Ensalada de espinacas, fresas y aguacate con almendras y vinagreta de queso cremoso

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Estamos a punto de saltar al coche para irnos de pinchos por Pamplona así que os cuento rápidamente la ensaladita que traigo hoy para desengrasar un poco después de estos días de dulces y comidas familiares. Yo era de esas personas que pensaban que en una ensalada valía todo hasta que en el último curso de universidad una de nuestras compañeras de piso nos deleitó con una ensalada de lechuga iceberg, salchichas cutres troceadas (¡¡¡y crudas!!!) y membrillo. Y ahí se me abrieron los ojos y comprendí que todo en esta vida tiene límites y en la cocina más. 

Creo que para que una ensalada funcione debe buscar combinar a la perfección sabores, texturas y colores. Quizás los expertos digan otra cosa pero si consigues cumplir con estas tres combinaciones tendrás una ensalada agradable al paladar y a la vista, cuestión importante porque por los ojos también se come y porque así de primeras, en el día a día, pocas veces el cuerpo te pide comer verde a  no ser que hayas estado quince días de vacaciones y estés hasta el moño del buffet libre del hotel. Entonces sí, entonces estás deseando llegar a casa y comer tomate a palo seco durante una semana para purificar tu cuerpo y tu alma de tanto frito refrito  (este testimonio está basado en una experiencia real). Me pierdo. ¿Por dónde iba? Las ensaladas. Nadie quiere comer día sí y día no una ensalada triste, aburrida y fea. Debe ser algo que llame la atención y a la que den ganas de hincarle el diente desde el minuto cero. 

La ensalada de espinacas frescas, fresas y aguacate que os propongo hoy me gusta porque cumple con esos tres requisitos. Tiene sabor, color y textura. La suavidad del aguacate, por ejemplo, complementa el aporte crujiente de las almendras y el puntito ácido y terso de las fresas, que contrastan en color con el verde verde verde de las espinacas. Y además, creedme, está muy muy buena.

Las cantidades de esta receta son totalmente orientativas porque no tiene misterio alguno y podéis modificarlas a vuestro gusto. Si os gustan más las fresas, poned más fresas. Si os encanta el aguacate, pues a por él. Es una ensalada, no es química. Podéis modificar cantidades como queráis. En cualquier caso, creo que puede ser una buena idea cambiar las almendras por pistachos pero como yo les tengo una alergia que me muero, mejor me quedo con las almendras.

Por último os cuento que la sirvo con un aliño de queso cremoso tipo Philadelphia porque a las espinacas le van los quesos muy bien pero también está muy rica con aceite de oliva y vinagre de Módena. 

Ensalada de espinacas frescas, fresas y aguacate con vinagreta de queso y almendras: 

Ingredientes para cuatro personas

- 1 bolsa de espinacas frescas

- 200 gr de fresas

- 2 aguacates maduros

- 1 puñadito de almedras tostadas o pistachos

- Queso cremoso para untar tipo Philadelphia

- Aceite, sal y vinagre (ideales de manzana o de Módena)

Lavar las espinacas y las fresas. Escurrir bien y disponer en un bol grande. Trocear las fresas y añadir. Pelar y trocear los aguacates y añadir. Picar las almendras (o no) y añadir. 

En un bol aparte, ponemos 2 partes de aceite, por media de vinagre, sal y una cucharada de queso cremoso. Mezclamos y ligamos los ingredientes. Si la vinagreta al emulsionar nos queda demasiado espesa, podemos añadir una cucharadita de agua. Aliñamos la ensalada y listo. 

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