Videoreceta Eton Mess

No me he muerto. Solo he desparecido de la blogosfera porque he estado un pelín liadilla y despistadilla estos últimos meses y seguramente también los próximos. Qué hago últimamente con mi tiempo libre es un misterio para mí, se me escapa entre los dedos mirando a las musarañas. Anyyyyywayyyy...

El Eton Mess es un postre típico inglés que parte de unas simples fresas con nata a las que añade trocitos de merengue muy seco. Digamos que es una especie de paulova deconstruida. Fácil y sencillo de preparar tiene el toque original y la textura crujiente que aportan los merengues. Esta muy rico y lo podría hacer mi hermanita pequeña con una sola mano.

Al parecer es un invento de los antiguos alumnos de Eton College, ese colegio inglés muy viejuno y muy elitista exclusivo que cualquier chica de mi generación recuerda porque el príncipe Guillermo estudió allí. ¿Si, no? Os acordáis todas, a que sí! ¿No? Soy la única que colecciona ¡Holas!? ejem.

Imagen de aquí

En fin, que he aprovechado esta receta mezcla de ingredientes para animarme con mi primera videoreceta. Tened en cuenta que es la primera, así que no esperéis que sea una maravilla.  Me gusta como ha quedado pero ¡espero ir mejorando con el tiempo! Me conformo con que después de verlo no os entren ganas de arrancaros los ojos.

Se la dedicaría a la reina de Inglaterra por 60 años de reinado pero como no tenemos el horno en España para muchos bollos se la dedico a los pescadores españoles.

Receta: Eton Mess para 6 personas.

250 ml de nata para montar

400 gr de fresas

75 gr de azúcar

100 gr de merengues secos

Una cucharilla de esencia de vainilla

Los merengues están hechos con una clara de huevo, una pizca de sal y el mismo volumen de azúcar que de clara de huevo. En el vaso de la batidora ponemos el huevo y una pizca de sal y comenzamos a batir con las varillas. Cuando haya espumado un poco, comenzamos a añadir el azúcar de poco en poco sin dejar de batir. Y batimos y batimos y batimos hasta que tengamos un merengue espeso, duro y brillante. Un truco para saber si está listo es coger un poco de merengue y frotarlo entre los dedos. Si aún notáis cierto granulado en la textura es que hay que seguir batiendo. Si no notáis los granitos de azúcar, el merengue está listo.

Después, formáis montoncitos de merengue en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado (podéis ayudaros de una manga pastelera o simplemente hacerlos con una cuchara) y horneáis a 100º durante una hora y media o hasta que los merengues estén totalmente duros y secos.

Si no os apetece hacerlos podéis sustituirlos por galletas maría o de barquillo rellenas de nata o fresas.