Tarta de moras

Cuando era pequeña, siempre iba con mi madre a coger moras al final del verano. A lo mejor no siempre. A lo mejor no todos los años pero sí muchas veces. A veces nos las acabábamos comiendo por el camino y otras veces hacíamos a la vuelta una mermelada espesa y oscura de moras. El caso es que el año pasado salí con Javi y a la vuelta, con los 800 gr que habíamos cogido, me compliqué mucho la vida con un pastel de moras y muchísima mantequilla que al final resultó ser un ladrillo en tu estómago. Muy bueno en la boca, sí, pero imposible de digerir. Así que cuando hace un par de días salí por un caminito segoviano a orillas del río Eresma a pasear a Puskas con mi amigo Rodrigo y volví a casa con unos 300gr de moras decidí simplificar y confiar en Simone Ortega y en mi criterio gastronómico.

El resultado fue una tarta de moras muy fácil de hacer y muy de cuento. La hice en una media hora y  resultó ser, según dijo mi compañera Paula, diseñadora gráfica e ilustradora talentosa (tiene un blog donde podéis ver sus preciosas ilustraciones pinchando aquí), "la mejor tarta de este tipo que he probado". ¿Qué significa "de este tipo"? No lo sé. Qué más da. Me quedo con la parte en la que dice "la mejor tarta que he probado". ;-)

Esta es Paula con la tarta antes de hincarle el diente

Empezamos con esto...

... y acabámos con esto.

Tarta sencilla de moras:

- 1 base de masa quebrada (podéis hacerla casera o comprarla hecha)

Para la crema pastelera:

- 1/2 litro de leche

- 5 cucharadas de azúcar

- 3 cucharadas de leche

- 3 yemas de huevos

- 2 cucharadas de Maizena

- 1 corteza de limón o una vaina de vainilla

o en vez de todo esto, un sobre de Flan Potax. Seguimos las instrucciones para hacer crema pastelera. 

Para la cobertura de moras:

 300 gr de moras

- 4 cucharadas de azúcar.

- 250 ml de agua o un vaso

La base: 

Desenrollamos la base de masa quebrada. La colocamos en un molde (mejor redondo) y pinchamos con un tenedor por algunas zonas. La metemos al horno según instrucciones del paquete.

La crema pastelera:

En una cazuela alta cocemos medio litro de leche con un trozo de piel de limón o una vaina de vainilla y 5 cucharadas de azúcar.  En una taza mezclamos bien  las tres cucharadas de leche, las tres yemas de huevo, las 2 cucharadas soperas de Maizena. Cuando la leche ha hervido, bajamos el fuego al 3-4 y añadimos el contenido de la taza al cazo sin dejar de remover con una cuchara de palo hasta que espese. Empieza a espesar enseguida pero es muy importante no dejar de remover porque también se pega al fondo de la cazuela enseguida. Cubrimos la masa quebrada ya cocida con la crema pastelera.

La cubierta de moras: 

- Ponemos en un cazo un vaso de agua con 4 cucharadas de azúcar y cocemos 10 minutos a fuego medio hasta que se haga un almíbar ligero. Añadimos entonces la fruta y dejamos cocer otros 15 minutos a fuego medio.

- Después escurrimos la fruta y dejamos que el almíbar siga un poco al fuego hasta que espese un pelín más. La textura que buscamos es como de un sirope. Cubrimos la crema pastelera con las frutas y la fruta con el almíbar espeso. Dejamos enfriar y... ¡listo!