Sopa de champiñones o el otoño en un bol

Parece que es oficial: ya estamos en otoño. Ayer cuando salí de la oficina por la tarde y sentí en mi cara una ráfaga de viento segoviano pensé en lo mucho que me apetecía llegar a casa, ponerme el pijama y hacerme una bolita en el sofá tapada con una manta. Así que en vez de hacer eso, me fui corriendo al supermercado a comprar unos champiñones para poner la guinda a mi escena del sofá con una deliciosa sopa de champiñones. Porque cuando uno tiene frío, nada mejor que una sopa para entrar en calor. Y porque además no hay nada más otoñal que unas setas y esta sopa sabe como si tuvieras el otoño en un bol. Y porque además deja un olor increíble por toda la casa.

La receta es de Simone Ortega, la número 150 del libro '1001 receta de cocina', pero la he hecho tantas veces que ya la siento como mía... Es muy sencilla de hacer pero tiene la presencia y el sabor de una plato importante. El único misterio que tiene es que la bechamel con el caldo de pollo tiene que quedar muuuuy finita, sin grumos y eso no siempre es fácil de conseguir. La bechamel puede ser muy traicionera y aún no he encontrado el truco para que me salga siempre bien. A veces me sale, a veces no. Para los casos en los que no, suelo solucionarlo con un golpe de batidora. Los puristas se echarán las manos a la cabeza pero a mí me funciona. 

También os digo que esta sopa de champiñones servida tal cual, sin aderezo alguno, sabe estupenda pero si le añades unas tiritas de bacon muy frito y unos picatostes sabe mejor. Todo en plan muy light (ay Señor, ¿por qué no me daría por el deporte en vez de por la cocina?)

Ingredientes para 4-5 raciones

- 250 gr de champiñones (300 gr si son enteros, 250 si son laminados)

- 25 gr de mantequilla

- 4 cucharadas de harina

- 1,5 litros de caldo de pollo (mejor natural, pero también vale Aneto o de pastilla)

Limpiamos y picamos muy finitos los champiñones (yo me dejé ayudar por un robot de cocina).

Ponemos una cazuela alta a fuego medio y añadimos la mantequilla. Una vez que se ha derretido añadimos los champiñones, salamos y tapamos. Dejamos que se hagan a fuego medio durante unos 10 minutos, dándole una vuelta de vez en cuando.

En otra cazuela ponemos la harina a fuego medio, sin aceite ni nada, y dejamos que se tueste un poco. Cuando haya cogido algo de color, añadimos el caldo de pollo y hacemos una especie de bechamel fina. Sin dejar de remover, cocemos la bechamel unos cinco-seis minutos. Añadimos a los champiñones, mezclamos bien y dejamos a fuego lento cinco minutos. Deliciosa.

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