Ternera guisada a la jardinera

Pero bueno, qué frío que hace, ¿no? Llevamos unos días encerraditas en casa porque cuando no llueve, nieva y sino estamos a bajo cero y a mí me daba pánico que se me pusiera mala la niña. Y es curioso porque nos hemos puesto todos malos. Uno a uno hemos ido cayendo hasta  compartir un precioso trancazo familiar y sinceramente creo que es porque no hemos salido de casa. ¡Hay que salir a la calle, people!

El otro día leí que Roald Amundsen dijo una vez que no existe el mal tiempo, solo ropa inadecuada (There's no such a thing as bad weather, only the wrong clothes). Digo yo que algo de eso sabrá el primer tío que llegó al Polo Sur, ¿no? Amén, hermano. Todos los días, un ratito a la calle. Aunque jarree, aunque caiga sobre nuestras cabezas toda la nieve del Kilimanjaro. Que nos dé el aire fresco (fresco, fresco, fresco) en la cara. Te forras como un esquimal para salir y dejas una comida reconfortante preparada para la vuelta. Y eso es lo que os traigo hoy. Una receta de ternera o carne guisada a la jardinera. Un plato con mucha verdura y muchas cosas ricas de esos que alimentan el cuerpo y el alma y que te dejan como nueva después de tomarte un buen platillo, humeante, jugosito, con su salsita para mojar y mojar.




Una receta ideal también para tupper porque además de ser muy jugosa y aguantar fenomenal el recalentado en microondaas, la ternera guisada es de esos platos a los que le siente de maravilla un día de reposo en la nevera. Y también congela estupendamente, así que puedes preparar para un regimiento, congelarlo y tirar de ello en momentos de apuro o entre semana.  

Y ahora, como si fuera Sheldon Cooper os voy a dar un dato curioso. En teoría, cuando decimos que un guiso está hecho 'a la jardinera' estamos diciendo que se acompaña de distintas verduras que han sido cocidas cada una por separado. ¿Pero quién tiene tiempo de hacer eso? ¿Y quién tiene ganas de fregar todos esos cacharros? Además, no hay necesidad. Porque queréis que os diga cómo se hace la carne guisada: empleando esa otra técnica culinaria que tanto nos gusta a los jóvenes, a los universitarios, a los trabajadores con prisa y a los vagos redomados. Póngase todo a cocer hasta que se pueda comer. Así que es una receta nivel pazguato.

Y también está fenomenal para limpiar la nevera de restitos: una zanahoria que amenaza ruina, media cebolla a punto de suicidio, una alubia verde que en realidad nadie quiere comerse, etc... Vamos, que no hay excusa. Tienes que hacerla este fin de semana sí o sí. Y luego me cuentas qué tal te ha quedado.

Ternera guisada a la jardinera:

Ingredientes para 4 personas:

- 400 gr de ternera para guisar 

- Harina

- Media cebolla hermosa picada (unos 100 gr)

- Una zanahoria hermosa picada

- Un diente de ajo

- 75 gr de alubia verde

- 100 gr de coles de bruselas 

- 400 ml de caldo de carne o de agua

- 75 gr de guisantes frescos o congelados

- Aceite de oliva, sal, pimienta y perejil

- Opcional: unas tiras de pimientos rojos

- Patatas fritas de guarnición

Ponemos dos cucharadas de aceite a calentar en una cocotte o en una cazuela alta. Mientras coge temperatura, secamos los trozos de carne con papel de cocina, los enharinamos ligeramente y los freímos en ese aceite muy caliente. No se trata de que la carne se haga completamente, sino simplemente de sellarla o marcarla por lo que buscamos que su superficie adquiera un ligero tono dorado sin preocuparnos de si está o no hecha.

Una vez marcada la carne, la reservamos en un plato aparte. 

En ese mismo aceite (añadimos más si es necesario), sofreímos la cebolla, el diente de ajo y la zanahoria picados y a fuego medio . Cuando la cebolla empiece a transparentar, añadimos la alubia verde, las coles de bruselas y la carne. Damos unas vueltas, añadimos 400 ml de caldo (el mío, de pastilla), salpimentamos y dejamos cocer con la cazuela tapada. De vez en cuando, vigilaremos si el guiso necesita más agua y daremos un meneo a la cazuela para que la salsa engorde y los sabores liguen. El truco para que la carne guisada quede tierna es guisarla a fuego bajo-medio durante aproximadamente una hora y media (15-20 minutos en olla rápida). Estará lista cuando no haga falta un cuchillo para cortarla, sino que se deshaga con solo pincharla con el tenedor.

En el último momento, añadimos los guisantes y apagamos el fuego, dejando que el guiso repose unos minutos con la cazuela tapada. Si tengo a mano un botecito, me gusta añadirle unos pimientos rojos en tiras. Se sirve acompañada de una buena ración de patatas fritas.