Pues unas lentejas, ya ve usted qué cosa

No se puede andar todo el día comiendo, por ejemplo, crema de calabaza con leche de coco, ni pimientos rellenos de morcilla, pera y piñones. No se puede. Porque no hay tiempo ni dinero ni cuerpo que lo aguante. Aunque si fuera multimillonaria me lo pensaría. Pero la verdad, no sé si quiero, porque me han dicho que es durísimo. Ser rico, no comer exquisiteces. 

En fin. Que yo, de lunes a viernes como de lo más normalito que es como hay que comer. Platos de cuchara, verdura hervida y el filete vuelta y vuelta. Es lo mejor para el cuerpo y la economía familiar, según me enseñó mi madre y a ella su madre. 

Y es que fíjate tú, qué cosa más sencilla y barata un platito de lentejas y oye, lo feliz que te hace. Y lo feliz que hace a mi novio-marío, que es ver un plato de lentejas y se le ilumina la cara. La única legumbre a la que yo le meto mano en mi cocina porque no tengo ni olla rápida ni olla express y una vez intenté hacer cocido y después de CINCO horas, CINCO, con los garbanzos haciendo chup chup me quedó una sopa de muerte y unos garbanzos como piedrecitas. Y dije, hasta aquí hemos llegado. Y los garbanzos me los como de bote hasta que a alguien se le ocurra regalarme una olla rápida o a mí se me ocurra ahorrar para comprármela. Pero la verdad, viviendo en la tierra de la legumbre, tengo tantas oportunidades de comerme unos caparrones como Dios manda o unas pochas de la muerte, que por ahora prefiero ahorrar para el Iphone. Prioridades que tenemos los 'milenials'. Bueno, como no tengo olla, tuve las lentejas cociendo una hora larga. En olla express se hacen en 20 minutos, 6 minutos.

En fin. Pues unas lentejas. Sin nada de carne, ni tocino ni nada. Que yo me comí tal cual veis en la foto porque estoy en medio de la 'operación kilos' (los que me sobran, jiji) pero que normalmente apaño con unos ajos y cebolla en juliana fritos en AOVE con pimentón y que para mi chico apañé con unos taquitos de jamón serrano y chorizo frito. Porque le quiero mucho.
 

Lentejas fáciles para dos.
Ingredientes:
- 1 vaso de lentejas secas.
- Un tomate
- Un pimiento verde italiano
- Un diente de ajo
- Media cebolla
- Una zanahoria
- Un pimiento rojo choricero
- Una hoja de laurel
- Una patata mediana tirando a pequeña
- Sal

- Las lentejas se pueden poner a remojo la noche anterior o no, no es imprescindible. Si se ponen a remojo, se acorta el tiempo de cocción.

- Se pone al fuego una olla con agua fría.  Antes de que hierva, añadimos el vaso de lentejas. Mientras coge temperatura, lavamos un tomate y le quitamos el ombliguillo, le damos la vuelta y en la base hacemos un corte poco profundo en forma de cruz. Cuando el agua haya comenzado a hervir, escaldamos el tomate un minuto, lo sacamos y le quitamos la piel para volver a sumergirlo en la olla. 

- Pelamos la zanahoria y la partimos en dos trozo. Quitamos las pepitas al pimiento verde y lo partimos en dos o tres trozos. Pelamos el ajo. Pelamos media cebolla y la partimos en dos. Quitamos las pepitas al pimiento choricero. Pelamos la patata y la cascamos.

- Ponemos todo en la olla. Si yo le fuera a poner un trozo de chorizo, lo haría ahora. 

- Dejamos que el agua vuelva a coger temperatura y cuando hierva, tapamos la olla con su tapita y bajamos el fuego al cinco. Dejamos cocer una hora y media, más o menos. Cuando estén tiernas las lentejas, salamos. 

- Retiro la hoja de laurel. Pongo en el cubilete de la batidora todas las verduras cocidas con un poco de caldo del guiso. Hago con ellas un puré y lo cuelo por el chino o por el colador para retirar todas las pepitas del tomate y la piel del pimiento choricero. Añado este puré a la olla, y consigo que me quede un caldo más espesito. A veces paso por la batidora también las patatas y a veces no.

- Como os digo, yo me las comí así, tal cual y estaban muy ricas. Pero normalmente lo que hago es poner aceite en una sartén y freír un poco de cebolla en juliana. Cuando está transparente con las puntitas doradas, retiro del fuego y le añado una punta de pimentón. Así se fríe la especia pero no se me quema. Y si me han quedado muy caldosas, añado también una punta de harina. Y esa mezcla caliente, la añado a la olla. Ay, ay, ay, qué ricas.