Sé lo que estáis pensando. ¿Cupcakes? ¿Estás de coña? No, no lo estoy. Me he enamorado. Pero no es un amor incondicional. No os penséis. No me he dejado llevar por la fiebre blogueril de los cupcakes americanos, decorados hasta el empacho. No. No es mi estilo. Es algo que me gusta ver y admiro muchísimo a las personas que hacen esas obras de arte culinarias pero no es algo que yo cocinaría. Y creo que es algo que tampoco comería. ¡Demasiada azúcar y demasiada mantequilla! O eso pensaba.
Todo cambió cuando descubrí esta receta maravillosa y sucumbí al encanto del terciopelo rojo. ¡Oh! ¡Qué olor tan maravilloso dejan en la cocina! ¡Qué esponjosidad! ¡Qué jugosidad! ¡Qué sabor! ¡Qué textura! ¡Qué receta! Es perfecta. Hacedme caso, estos red velvet cupcakes son casi mágicos. Solos, mojados en leche, comidos a escondidas, con nocturnidad y alevosía, con celo, con gula, con secretismo. Un pecado. Y ese sabor tan rico que tienen el red velvet cupcake. ¿Y cuál es ese sabor? Pues el sabor que tiene un bizcocho avainillado con un toque sutil de chocolate. Un sabor ligero, nada empalagoso.
Os puedo contar que la red velvet es una layer cake típica en el sur de Estado Unidos. Antiguamente, el color rojo típico de esta tarta se conseguía por una reacción química entre el cacao puro y el ácido del buttermilk, ingrediente del que hablamos más abajo. Más adelante y para acentuar ese color rojizo de l red velvet cupcake los pasteleros comenzaron a añadir a la mezcla zumo de la remolacha o remolacha rallada, aunque hoy en día la receta utiliza simple y llanamente colorante alimenticio rojo. Si no tenéis, podéis prescindir de él perfectamente porque el color rojo es estética, no sabor. Aunque si tenéis colorante, añadidlo porque los cupcakes quedan taaaaaaaannnnnn monosssss ;-)
Os puedo contar que la red velvet es una layer cake típica en el sur de Estado Unidos. Antiguamente, el color rojo típico de esta tarta se conseguía por una reacción química entre el cacao puro y el ácido del buttermilk, ingrediente del que hablamos más abajo. Más adelante y para acentuar ese color rojizo de l red velvet cupcake los pasteleros comenzaron a añadir a la mezcla zumo de la remolacha o remolacha rallada, aunque hoy en día la receta utiliza simple y llanamente colorante alimenticio rojo. Si no tenéis, podéis prescindir de él perfectamente porque el color rojo es estética, no sabor. Aunque si tenéis colorante, añadidlo porque los cupcakes quedan taaaaaaaannnnnn monosssss ;-)
Si os animáis a hacerlos (por favor, por favor, por favor), os cuento que soy una mujer nueva desde que me compré mis moldes metálicos para muffins. Las masas suben más y mejor en moldes metálicos que en los de silicona (no soy una experta pero es mi impresión) y estos tienen el tamaño perfecto. Los míos son de una ferretería de Logroño de toda la vida (me costaron unos 8 euros cada uno), pero si no tenéis y no queréis comprar, podéis utilizar también las cápsulas de silicona. Tener unos u otros es imprescindible para que los cupcakes salgan bien, de forma y textura. Además de los papelitos. Los papelitos también son imprescindibles. Los míos, una monada, son de la tienda Casa, pero los tenéis a miles en las 'boutiques asiáticas' y en webs tan estupendas como The Lovely Food Shop.
Por cierto que para rellenarlos, yo me ayudo de un sacabolas de helado metálico de los de toda la vida. Es un cacharrito muy útil porque no gotea y permite rellenar todos los moldes de forma uniforme, con la cantidad justa de masa, en un periquete.
Utensilios: moldes metálicos, batidora de varillas eléctrica, sacabolas de helado, moldes de silicona y papelitos de colores. |
Por último os cuento que del listado de ingredientes seguramente os llamará la atención el buttermilk. ¡Oh, querido buttermilk! Ese líquido misterioso del que todos hemos oído hablar pero que pocos sabemos de verdad qué es. Si os digo la verdad, yo no he visto auténtico buttermilk en mi vida pero he oído hablar de él hasta la saciedad porque es un básico imprescindible de la repostería americana.
Aquí, en España, es difícil encontrar buttermilk pero gracias a una búsqueda rápida en Google podemos aprender a hacer buttermilk casero de una forma hipersencilla. ¿Y cómo se hace buttermilk casero? Pues muy fácil. A una taza de leche templada (un golpe de calor en el microondas) le añadimos una cucharada de zumo de limón y la dejamos reposar una hora. El limón corta la leche y la deja con una textura grumosilla muy sospechosa, tan poco atractiva que puede ser el mejor ejemplo de cómo algo que en principio puede darnos un poco de asquete nos cambiará las recetas para siempre. Desde que he probado una masa de bizcocho hecha con buttermilk, le quiero poner buttermilk A TODOS mis pasteles. Porque aporta a las masas un punto de humedad y jugosidad único, además de una textura especial y una nota muy sutil de acidez láctica que no puedo explicar. Una maravilla.
Y es por todo este rollo que me he cascado que tienes que probar a hacer esta receta de red velvet cupcakes en casa. Porque son fáciles, porque son deliciosos, porque son monísimos y porque te lo digo yo. Por favor, por favor, por favor.
Ingredientes:
- 200 gr de harina
- 2 cucharadas rasas (20 gr) de cacao para repostería (lo encuentras de la marca Valor en Mercadona)
- Media cucharilla de bicarbonato
- 2 cucharadas rasas (20 gr) de cacao para repostería (lo encuentras de la marca Valor en Mercadona)
- Media cucharilla de bicarbonato
- Media cucharilla de levadura en polvo tipo Royal
- Una pizca de sal
- 55 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 180 gr de azúcar
- 200 ml de butter milk
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 1 cucharada de extracto de vainilla o un sobre de azúcar vainillado
- Colorante rojo
Para el frosting (totalmente opcional, si quieres puedes no ponerle frosting aunque te estarás perdiendo algo muuuuuy bueno:
- 100 gr de queso para untar a temperatura ambiente
- 200 gr de azúcar glass
- 1 cucharada de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharaditas de leche
- Una cucharadita de extracto de vainilla
Precalentamos el horno a 180º y ponemos los papelitos para cupcakes en los moldes metálicos o de silicona y reservamos.
En un bol mezclamos la harina, con el cacao, el bicarbonato, la levadura y la sal. Reservamos.
En otro bol, batimos la mantequilla con el azúcar hasta conseguir una textura cremosa (yo lo hice con una batidora eléctrica de varillas, pero puedes hacerlo a mano o con la Kitchen Aid o con lo que tengas, faltaría más!). Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y batimos hasta que esté cremoso.
Añadimos la mitad de la mezcla de la harina y la mitad del buttermilk y batimos, lo justo para que se incorporen un poco los ingredientes. Añadimos el resto de la mezcla de harina y el resto del buttermilk y batimos hasta que estén los ingredientes incorporados. ¡Cuidado con no batir la mezcla demasiado!
Añadimos unas gotas de colorante alimenticio rojo y mezclamos con una espátula. No sé qué cantidad de colorante deciros porque dependerá del tipo que utilicéis. Lo mejor es ir añadiéndolo poco a poco hasta que consigamos ese color rojo intenso que necesitamos.
Con un 'sacabolas' de helado vamos cogiendo porciones de masa y rellenando nuestros papelitos. Los rellenamos hasta dejar más o menos un dedo libre hasta el borde. Los horneamos durante unos 20 minutos. Sabrás que están listos cuando los pinches con un cuchillo o con un palillo y éste salga limpio.
Una vez listos, los dejamos reposar dentro de los moldes 10 minutos y luego los sacamos. Antes de ponerles el frosting encima, los dejamos enfriar por completo.
Para hacer el frosting de queso, batimos el queso a temperatura ambiente, con la mantequilla, la vainilla, el azúcar glass tamizado y la leche, hasta tener una mezcla cremosa. Con una manga pastelera o una espátula o una cuchara, cubrimos ligeramente la superficie del cupcake (que tiene que estar frío) con la mezcla de queso. Lo dejamos reposar una media hora en la nevara y listo. Es un frosting bastante dulce por lo que no es necesario ponerle mucho al cupcake. Para morirrrrrsssseeeeee
((Actualización)) Miriam nos recomienda en los comentarios probar a hacer el frosting con queso marcarpone, que es muy cremoso y bastante dulce. La próxima vez lo probaré sin duda alguna.
yo tambien los he hecho y para mí son los mejores!!!!!! no cambio red velvet por ninguno!!!!mmmm...
ResponderEliminarbsos
Tània
Que estupendos se ven y con tus palabras de convencimiento de lo maravillosos que son, los voy incluir en mi lista de pendientes. Aunque es tan larga que no se cuando les tocará. Besiños, feliz domingo.
ResponderEliminarme acabas de hacer feliz!!! siempre he querido hacer esta receta, me encanta ese color rojo taaann bonito y tienen una pinta impresionante, pero nunca encontraba una receta que me convenciese y esta está super bien explicada, me pienso animar y hacer los cupcakes!! muchas graciassss!!!
ResponderEliminarAish, qué ganas le tengo al red velvet!! Me encantan tus cupcakes, probar probaré seguro, y tendré que animarme con eso del buttermilk casero!
ResponderEliminarBesos
Buenísima receta, me permito un consejo utiliza para el frosting queso mascarpone tiene menos gusto a queso y necesita menos azúcar y está riquísimo
ResponderEliminarNo te lo vas a creer, pero hoy tenía que llevar una tarta al cumpleaños de unas amigas. ¿Y adivinas qué tarta llevé? Un red velvet cake. Bueno, fue más bien un pink velvet cake porque no tenía suficiente colorante rojo. Telepatía blogueril, ahí lo dejo.
ResponderEliminarPor lo demás, los red velvet cupcakes los hice hace más de un año y me enamoraron. Suscribo tus palabra. Ayer, cuando abrí el bote de buttermilk me invadió el recuerdo del bizcocho húmedo y esponjoso de estos pasteles. Qué delicia.
Por cierto, en España no sé, pero aquí el buttermilk se encuentra en algunos supermercados con el nombre de "lait fermenté" y carácteres árabes. Por si puede ayudar a alguien. También lo encuentro en las tiendas de productos biológicos, en botecitos como de yogur, y de marca creo que alemana.
Qué ricos...me encantan!
ResponderEliminarMañana tenia pensado hacer unos muy parecidos..pero sin buttermilk, a ver que tal me salen.
un besotee
Que chulos quedan..... siempre que los veo se me antoja hacerlos y luego nunca me pongo! Algún dia caeran!
ResponderEliminarque buena pinta. Se ven muy ricos. Bss
ResponderEliminara mi es de los q mas me gustan
ResponderEliminarAi, y yo que no me decido a hacer cupcakes... ¡aunque reconozco que esto del red velvet me llama la atención!
ResponderEliminarBesos guapa
Sandra
hola!! a veces yo he hecho el buttermilk haciendo mantequilla (a partir de nata)... ¿eso sirve?¿es lo mismo??
ResponderEliminarNo sé que quieres mejorar en tus fotos...
ResponderEliminarDios mio con estas fotos no hay nada que objetar ..se ven increibles ...los cupcakes otra asignatura pendiente de aprender bien y con las decoraciones ...los tuyos geniales bsssMARIMI
ResponderEliminarK delicia....he llegado hsta tu blo buscando un red velvet y me he encontrado estos lindos Cup Cakes...yo hice mis primeros el otro dia y estoy contigo en muchas de las cosas que dices, la verdad..pero estos prometen.
ResponderEliminarMe quedo por tus fogones encantada.
Besos
www.dietamediterraneasana.blogspot.com
Muchas gracias a todas, son más majas que las pesetas! Y es que si algo tienen estos cupcakes es que gustan a todo el mundo, en eso estamos de acuerdo!
ResponderEliminarLady li, creo que el líquido que me comentas no es lo mismo que el buttermilk porque la textura que tiene el buttermilk es grumosa, con líquido y grasa y lo que tú me comentas es en realidad agua. Prueba un día a hacer lo que yo te digo de mezclar una cucharada de limón con un vaso de leche entera templada. Déjalo reposar media hora (si puedes más, mejor) y verás cómo es diferente.
Se ven con una textura fantástica...
ResponderEliminarhe hecho red velvet whoopie pies y red velvet bundt cake, pero no he hecho cupcakes, lo anoto en pendientes :P
ResponderEliminarSalu2, Paula
http://conlaszarpasenlamasa.cultura-libre.net
http://galletilandia.cultura-libre.net
Los cupcakes tampoco son mi estilo. Me gusta verlos, me gusta comerlos - si me los ofrecen - pero no me da por ahí.
ResponderEliminarLo que sí sé a ciencia cierta es la maravillosa esponjosidad de la masa del bizcocho de un red velvet. Yo misma tengo uno en mi blog. Y desde luego que la cobertura no tiene nada que ver con la propia de los cupcakes. Es puro vicio. ¿a que sí?
Saludos, y feliz semana.
pues yo tengo unas ganas enormes de probar estas ricuras..y creo que me voy a poner manos a la obra para mi cumple, será un poco arriesgado?? igual enveneno a los invitados ;)
ResponderEliminarvoy a probar tu receta a ver como me sale...espero poder encontrar todos los ingredientes y los utensilios, si dices que en CASA lo venden, allá que voy :) gracias
No los he hecho todavía, pero ya que insistes tanto ... los haré!! La verdad es que son monísimos!! Un abrazo, Alicia
ResponderEliminarestoy flipando de lo bien que lo has explicado, esta receta me la imprimo ya!
ResponderEliminarfelicidades!
Te quedaron muy bonitos, voy a intentar hacerlos... Felicidades! Saludos desde Mexico
EliminarMe gusta hacer cupcakes, y tengo un sobrino que vivió mucho años en los ángeles y me pidió que le hiciera unos de red velvet, me gusta tu receta voy a intentar hacerlos... Te quedaron muy bonitos felicidades! Saludos desde Mexico
ResponderEliminarMe gusta hacer cupcakes, y tengo un sobrino que vivió mucho años en los ángeles y me pidió que le hiciera unos de red velvet, me gusta tu receta voy a intentar hacerlos... Te quedaron muy bonitos felicidades! Saludos desde Mexico
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