Receta de las tortitas americanas y el amor de Paul Newman

Cuando murió Paul Newman, leí una columna en la que una periodista que una vez lo había entrevistado contaba una anécdota muy romántica en la que, no sé por qué, pienso a veces. Resulta que el actor era ya muy mayor y, lógicamente, la periodista le preguntó por su matrimonio con la actriz Joan Woodward, uno de los más duraderos de Hollywood. En un momento dado, mientras el actor hablaba maravillas de su mujer, sacó una foto suya que llevaba desde hacía años en la cartera y en la  que la Woodward era muy joven. La periodista le preguntó si no pensaba que ya era hora de cambiarla por una más actual, a lo que él respondió: ¿¡Pero qué dice!? ¡Si Joan está igualita!

En fin. Que esta mañana pensaba yo en estas cosas mientras disfrutaba con el hombre que espero que dentro de 50 años siga viéndome igual de joven y guapa que me ve ahora mismo de un desayuno caprichoso: pancakes o tortitas a la americana con limón, azúcar y frutos rojos (que compro congelados en La Sirena). Buenísimo, sobre todo para un lunes de puente que sabe a domingo y que pedía salirse de lo cotidiano. 

Me imagino que todo el mundo lo sabrá pero por si acaso hay algún despistado os cuento que las tortitas son como los creps franceses pero a la estadounidense: más gruesas y grandes. Allende nuestros mares las disfrutan con sirope de arce a gogó, pero yo las prefiero con zumo de limón y azúcar, aunque lógicamente saben estupendas con mermelada de cualquier sabor, chocolate, un poco de mantequilla y canela, azúcar vainillada, etc. Casi cualquier cosita dulce que le queráis poner por encima. Merece la pena manchar una sartén y darse el capricho en un domingo tranquilo con esta receta de tortitas o pancakes.


Tortitas para 4 personas:
- 2 huevos
- 50 gr de mantequilla derretida
- 300 ml de leche
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 pizca de sal
- 115 gr de harina
- Aceite de girasol


Se ponen todos los ingredientes en el vaso de la batidora a temperatura ambiente, se mezclan con las varillas de la batidora y se deja reposar 20 minutos. O, si no tenéis batidora con varillas: se ponen los huevos en un bol con la mantequilla derretida y se baten hasta que estén bien mezclados. Se añade el azúcar y la sal. Se mezcla y se añade la leche. Se mezcla y se añade la harina tamizada. Se mezcla bien cuidando que no queden grumos y se deja reposar la masa 20 minutos.

Se pone una sartén (del tamaño del que queramos las tortitas) al fuego caliente. Se moja un papel de cocina con un poco de aceite de girasol y se pasa por la superficie de la sartén para engrasarla. Cuando está caliente, se añade a la sartén 1 cazo (de los de sopa) de masa (si la sartén es de las pequeñas) o 2 cazos (si la sartén es grande).

Cuando se despegan los bordes y la parte de arriba de la masa está cuajada, se da la vuelta a la tortita y se hace por el otro lado.

Después de sacarla de la sartén, se puede rociar con zumo de limón y espolvorear con azúcar. O con canela. O ponerle chocolate. O mermelada. O... tantas cosas ricas.