Bye Bye Segovia. Tú y yo sabíamos que llegaría este día...

Andamos de mudanza y tengo la casa hecha un lío. Mi compañero de andanzas y yo dejamos Segovia para siempre y nos volvemos a Logroño (¡yai!).

El plan de ir recogiendo habitación por habitación para intentar evitar el caos había fracasado a los diez minutos de empezar y ahora mismo la casa, que no puedo evitar ver  ya amarilleada por la nostalgia, tiene esta pinta. 

La verdad es que si hay algo que no voy a echar de menos de este último año de vida en Segovia va a ser la cocina (al frío y a las cuestas tampoco los voy a echar de menos). Sobre todo, no voy a echar de menos el horno. 14 meses conviviendo juntos y no hemos logrado llegar a entendernos. Los bizcochos no me suben, el pescado se me quema, el pollo me sale crudo... un desastre. Querido horno, esta ruptura es para mejor. Tú y yo sabíamos que este día llegaría.

En temas culinarios, ahora mismo estamos en medio de lo que yo llamo la etapa congelada. Nuestro objetivo es dejar el congelador vacío así que andamos comiendo culines de arroz tres delicias congelado, y espaguettis con brócoli congelado, y coliflor congelada con aceite y pimentón, y esos filetes de merluza congelada que llevo evitando desde el día que los compré, y cosas así.

Nada de recetas maravillosas que se dejan fotografiar en medio del caos de las cajas de cartón y las bolsas con ropa. Además tengo prohibido pisar el supermercado (por prescripción facultativa) y estamos llegando al punto de ser imaginativos. 

Aún así, el viernes dimos una minifiesta de despedida y pude recrearme algo. Aunque las fotos son un asco porque no había luz. Y también porque termine de cocinar 2 minutos antes de que sonara el timbre con los primero invitados y casi no me dio tiempo a hacer fotos.

Lo que más gustó a todo el mundo fueron los vasitos de cous-cous que hice con esta receta de aquí. 

 También hice croquetas de cocido (un pelín saladas, la verdad), quiche lorraine (con la receta de Julia Child), canapés de queso de cabra con mermelada de tomate (tan sencillo como cortar queso de cabra, ponerlo en una tostada y cubrirlo con mermelada de tomate) y unos canapés de  mousse de salmón que son el descubrimiento del año. 

La receta es del especial Navidad de Whole Kitchen y no puede ser más fácil y más rica: 

- 250 gr de salmón ahumado

- 50 gr de nata para montar

- 1 ó 2 quesitos

Se bate todo muy fino y listo. Yo la serví en pan de molde estirado y cortado con cortapastas. Triunfé. Me pidió la receta todo el mundo.

De postre, la crema de mascarpone con el sirope de vino, que también gustó muchísimo. La receta está aquí.

Y eso es todo hasta no sé cuándo. Hasta que estemos instalados en Logroño, supongo. Eso sí, haré una actualización rápida el jueves para comunicaros el ganador del dúo salpimentero de missppink. Bye, bye Segovia.