La merluza del domingo

He estado de un relajado y un perezoso que da vergüenza. Se me han acumulado las recetas y las fotos mientras me decidía a darles forma de post. No tengo excusa. Pero la primavera me mata. En cuanto empieza el buen tiempo me entra un sueño horrible y una pereza asombrosa. Pero bueno, parece que un complejo vitamínico de botica me ha echado un cable y ya estoy mucho más despejada y llena de energía.

Así que ahí va una nueva receta. La merluza de mi madre. Un clásico de su cocina que se prepara en un pis pas con ingredientes de fondo de despensa. ¿Quién no tiene un huevo o unos ajos?  Es  un plato sencillo con la prestancia que da una buena merluza y que el sabor del vino blanco eleva  a la categoría de platos tengo-una-cena-importante-y-quiero-quedar-bien. Además, en media hora está listo.

Merluza con queso y vino blanco

Ingredientes 
- 1 merluza limpia
- 1huevo  
- 1 bolsa de queso rallado  
- 1 vaso de vino blanco
- 2 dientes de ajo  

- 4 cucharadas de aceite de oliva

Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180º. 

Cocemos el huevo en agua hirviendo, según procedimiento habitual. No creo que haga falta instrucciones para esto, ¿o sí? 

Colocamos la merluza limpia y abierta en una fuente para horno, la salamos al gusto y la cubrimos con el queso rallado

Pelamos los dientes de ajo y los freí­mos enteros en el aceite. Cuando estén dorados, se rocía la merluza con el aceite, colocando los ajos encima.

Metemos la merluza en el horno durante 15 minutos.

Mientras, sacamos la yema cocida del huevo y las desleí­mos con el vaso de vino blanco a golpe de mortero. Reservamos. 

Mi madre con el mortero en acción

Picamos la clara cocida muy menuda. Reservamos. 

Cuando hayan pasado los 15 minutos, sacamos la merluza del horno, repartimos el huevo picado por encima y rociamos con la mezcla de yema y vino blanco. Volvemos a meter el horno cinco minutos y servimos. 

Para chuparse los deditos a escondidas.

¡Bon Appétit!